La Organización de la Familia Empresaria (II)

La organización de la familia empresaria, por tanto, aparece como una necesidad esencial para alcanzar el éxito de la empresa en el mercado y facilitar su supervivencia como empresa familiar. Para ello, la familia debe dotarse de instrumentos y órganos de debate, información y resolución de conflictos sobre los intereses vitales tanto de la familia como de la relación empresa-familia, que canalicen los objetivos y las preocupaciones de los familiares sin contaminar la empresa con los intereses a veces contradictorios de los familiares.

Con este objetivo, el gobierno de las familias empresarias adquiere una dimensión fundamental y diferenciada del gobierno corporativo de las empresas, como explica el prestigioso consultor de empresa familiar Ivan Lansberg:

Cuando la gente del mundo de los negocios habla de gobierno corporativo, se refiere normalmente a los consejos directivos. Sin embargo, cada vez más y más propietarios de negocios familiares han empezado a notar que la continuidad de sus negocios y de su propiedad necesita también otros foros de discusión. El gobierno de la familia es un trabajo serio, que requiere dedicación, esfuerzo entusiasta y, para muchos miembros de la familia, tiempo que no se puede dedicar al aprovechamiento de oportunidades de negocio para la empresa.

El proceso de organización de la familia empresaria cuenta con dos herramientas básicas: el Protocolo Familiar, que es el marco regulador de la organización de la familia; y el Consejo de Familia, que es el órgano de gobierno que se ocupa de todo lo relativo a la familia y su relación con la empresa, así como de la planificación estratégica familiar.

Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco, España, 2008.