miércoles, mayo 28, 2008

Innovación en la Empresa Familiar (II)

Innovar es, ante todo, una apuesta de futuro. Y esto en una empresa familiar implica necesariamente pensar en la continuidad y en la sucesión del proyecto, dos conceptos que solemos confundir con frecuencia. La continuidad se refiere a todo lo que debe quedarse en su sitio durante una transición (la visión, los valores o la historia de la empresa), lo cual genera en la familia empresaria sentimientos de seguridad al avanzar sobre las bases un legado sólido. En cambio la sucesión trata de los cambios que requiere la organización para poder seguir adelante (las estrategias, el liderazgo o las personas), que se traduce en mensajes de esperanza sobre el futuro, pero también mucha ansiedad por lo que pueda ocurrir. Y en este escenario y en esta dinámica se sitúa la innovación en una empresa familiar.

Innovar es re-crear sobre lo existente, no se trata de un emprendimiento que parte de la nada. Cuando varias generaciones se involucran en una empresa familiar se genera una riqueza de ideas que se originan de la variedad de perspectivas individuales: los más jóvenes estimulan nuevas formas de hacer las cosas, los más veteranos ponen a prueba las propuestas antes de que sean ejecutadas. Las empresas que estimulan y re-inventan el emprendimiento, tienen más oportunidades de sobrevivir a los cambios continuos: mientras más miembros de la familia se impliquen, mayor será el compromiso con lo innovador. Incluso los fundadores que han basado su emprendimiento en la innovación constante necesitarán con el tiempo del impulso refrescante que añaden los nuevos actores que viven las dinámicas del mercado del momento.

Innovar es mucho más que adaptarse a las nuevas tecnologías y no es exclusivo de las grandes empresas ni de las multinacionales. El cambio se presenta como un verdadero desafío. No vale aquello de “eso ya lo probamos hace unos años”, “eso no se puedo hacer”, “eso saldrá muy caro”, o el típico “si los de la competencia no lo han hecho es por algo”. Siempre existirán barreras y resistencias cuando está en juego el patrimonio de la empresa y su adaptación a los nuevos tiempos. Sin embargo, existen muchas vías de innovación para las actuales empresas con al menos dos generaciones coexistiendo. Las soluciones para cada caso pueden basarse en una respuesta a los nuevos canales de venta como internet, a los nuevos mercados (geografías, segmentos, sectores, gustos), a las nuevas exigencias de consumo (respeto al medio ambiente, producciones ecológicas u orgánicas), o a las nuevas formas de organización (conciliación de familia y trabajo, responsabilidad social o seguridad industrial).


Este artículo es producto del trabajo realizado dentro del equipo de Garrigues Consultoria de Empresa Familiar

martes, mayo 27, 2008

Innovación en la Empresa Familiar (I)

Jacinto, a sus 65 años, continúa siendo el referente de Químicas Marinas S.A., empresa que fundó hace 35 años y cuya actividad se basa en la producción y distribución de pinturas para revestimientos y protección contra la corrosión. Con el tiempo se ha ganado el respeto del sector debido a su seriedad y compromiso con el negocio. De sus dos hijos, sólo el pequeño, Antonio, que hoy cuenta con 35 años, se atrevió con el reto de acompañar a su padre en la gestión de la empresa. Con una actitud innovadora inicial, poco a poco fue abandonando sus grandes ideas puesto que Jacinto seguía con el control absoluto de la empresa, desestimando sus aportaciones y no dejando para él más que un papel ejecutor.

La empresa ha tenido una proyección importante en este duro sector industrial, salvo en los últimos tres años en que las ventas se han estancado, en gran medida debido a que los productos importados han acaparado un significativo porcentaje del mercado. En estos últimos tiempos y animado por su esposa, Martín se plantea seriamente la posibilidad de crear su propio negocio, donde por fin podría hacer realidad proyectos que hasta ahora sólo había acariciado…
Este caso nos ilustra la situación crítica de una empresa familiar en la que, llegados a un punto de su evolución, coinciden y se mezclan diferentes elementos: relaciones familiares en conflicto, una compleja situación del mercado, el envejecimiento del producto… En un primer análisis de la situación, parecería que todo pasa por un replanteamiento de los actuales esquemas empresariales que garanticen la continuidad del proyecto. Para un experto en empresas la salida es obvia: hay que innovar con nuevos productos que satisfagan las verdaderas exigencias del mercado. Pero para un consultor de empresas familiares, cuando se trata de innovación, la situación actual y los caminos a plantear no suelen seguir una lógica tan directa.


Este artículo es producto del trabajo realizado dentro del equipo de Garrigues Consultoria de Empresa Familiar