viernes, febrero 20, 2009

La importancia del proceso de creación de un Protocolo Familiar

Debido a la misma naturaleza del Protocolo como elemento de cohesión, diálogo y reflexión interna de la familia, lo más importante no es tanto su redactado o su valor normativo, sino el proceso por el que se llega a él. Esta concepción del Protocolo pone el énfasis en las reuniones, el diálogo, la toma en consideración de todas las posturas para así llegar a una conclusión por consenso, que es la que se plasma en el documento final.

Asimismo, el Protocolo debería ser un documento abierto en el que la familia va trabajando a lo largo de los años, de modo que no sólo se actualiza y se adapta a las necesidades de cada momento, sino que establece entre los miembros de la familia una cultura y una praxis de profundización, diálogo y entendimiento que es la auténtica base y garantía de la armonía presente y futura.

Un buen número de conflictos en empresas familiares se pueden predecir y su solución formal tiene que adaptarse como un guante a la especial idiosincrasia de cada familia. Los conflictos que tienen lugar con más frecuencia se producen en el marco de situaciones como la elección del nuevo líder, la herencia, la separación de la familia, o la venta de las acciones, entre otras. Y la solución a estos conflictos tiene que pasar necesariamente por un profundo proceso de reflexión interna que acabe creando líneas de actuación consensuadas, equilibradas, razonables y enraizadas en la cultura y los valores compartidos por todos los miembros de la familia. Por ello, el Protocolo Familiar sólo será realmente útil si su proceso de creación es lo suficientemente profundo y riguroso.

Ujemplo en el País Vasco: Grupo Arteche, pionero del Protocolo Familiar

El Grupo Arteche, fundada en 1946 en Mungia (Bizkaia), por Aurelio Arteche, viene ofreciendo desde entonces servicios de calidad dentro del sector eléctrico: en generación, transmisión, distribución e industria.

Una trayectoria, según su web corporativa, “que le ha llevado a ser una marca de referencia ineludible a nivel internacional con una gama completa de productos y soluciones. Cuenta con equipos en funcionamiento en más de 130 países, 13 empresas en Europa, América y Asia y un servicio conformado por más de 80 oficinas técnico-comerciales”.

En un reportaje de Sonia Rosón en el periódico Información, Unai Arteche declara que su padre Aurelio, fundador del Grupo Arteche, fue un hombre de mucha visión: “Poco después de crear su industria abrió una escuela de artes y oficios con la ayuda del párroco de Mungia; en ella se formaba a gente que luego pasaba a trabajar a la empresa. En 1975, ya retirado, el fundador redactó un Protocolo con los ‘aspectos clave para la sucesión de la empresa’, una reflexión visionaria que se ha revelado esencial para la pervivencia del carácter familiar de la compañía Grupo Arteche”.


Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco, España, 2008.

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