Bombas Itur
Desde el origen, la evolución en producto y tecnología ha sido una constante en Bombas Itur, fundada en 1920 e instalada desde 1966 en Zarautz. La investigación orientada a las nuevas soluciones de bombeo y a la normalización de componentes y productos le ha permitido ofrecer un servicio ágil, con un producto competitivo y de alta calidad.
En El Diario Vasco, un artículo describía al empresario Antonio Aranzabal, “que fue el responsable de la puntera empresa Bombas Itur y es hoy el impulsor de la Fundación Antonio Aranzabal, para el apoyo al estudio y la investigación. Acaba de cumplir 75 años y ha logrado sus objetivos. La fundación otorga hoy becas y premios en el colegio La Salle San José de Zarautz y financia una cátedra de investigación sobre Ingeniería Térmica y de Fluidos en la Escuela de Ingenieros de San Sebastián y otra cátedra de Empresa Familiar en la Facultad de Ciencias Económicas de la ESTE-Universidad de Deusto en Donostia”.
MRW
MRW es la segunda empresa de correo urgente de España. Actualmente, cuenta con 690 franquicias y un volumen de negocio que supera los 400 millones de euros. A la cabeza, Francisco Martín Frías, un empresario que con la ayuda y la confianza de sus otros dos socios, reinventó la empresa y la convirtió en un gran engranaje de logística que mueve millones de envíos en España, Portugal, Andorra y Gibraltar.
Pero Francisco Martín Frías no está solo. Además de su equipo directivo, cuenta con dos aliados muy especiales: sus hijos Francisco y Esther.
En una entrevista, Francisco Martín Frías responde a estas preguntas:
¿Qué características debe tener un padre empresario?
Primero, no llevarse los problemas a casa. Acostarse y levantarse eufórico, con ganas. Un padre debe dar ejemplo de honestidad y de hacer las cosas bien. Quiero que el día que yo falte no venga alguien y les diga a mis hijos "tu padre me hizo esto y aquello…". Que nadie pueda hablar mal de ti es la mayor satisfacción.
¿Qué ventaja le ve a que MRW sea, en buena parte, una empresa familiar?
Creo que tenemos una gran credibilidad. En nuestro caso, somos una empresa franquiciadora y necesitamos que nuestros franquiciados (muchos de ellos, empresarios familiares) tengan una fe ciega en la empresa y para ello qué mejor que la familia siga en ella. Nosotros damos la seguridad de que en un par de años, la empresa no acabará en manos de un fondo de capital riesgo o de una gran empresa internacional. Y eso es algo que también perciben los clientes. Yo quiero que la empresa siga dando satisfacción a empleados, clientes, que siga con su labor social y gestionada adecuadamente por la familia.
Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa
Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco,
España, 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario