a) En primera instancia, preocupación
La problemática es nueva y compleja, parece que no tenga solución o, sin más, no parece que se pueda solucionar con los recursos habituales.
b) Calma: “esto no me sucede sólo a mi”
La situación no es única, es una problemática común y compartida por todas las empresas familiares, grandes y pequeñas. Además, existen técnicas, procesos y estrategias que funcionan y que, muy a menudo, acaban convirtiéndose en la clave del éxito futuro de la empresa en el mercado.
c) Sensibilización y compromiso: “tenemos que hacer algo”
Una vez se ha identificado claramente la situación y se conocen las posibles soluciones, es una reacción natural que surja el compromiso de hacer algo y tomar medidas para solucionar el problema.
Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa
Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco,
España, 2008.
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