jueves, diciembre 04, 2008

Diez problemas comunes de las familias empresarias (III y final)

h) Problemas de comunicación y falta de diálogo

Para ilustrar un caso de éxito con una fórmula novedosa de comunicación y diálogo entres sus miembros, un buen ejemplo aderezado con una entrevista:

Ejemplo: Hoteles Riu

Hoteles Riu, con más de un centenar de establecimientos en España, el Caribe, el Mediterráneo Oriental y África, es uno de los mejores ejemplos de Empresa familiar en los que ha funcionado a la perfección el mecanismo de la sucesión. En la actualidad es el negocio está en manos de la tercera generación.

Los hermanos Carme y Lluís Riu ejercen de primeros ejecutivos del grupo, como consejeros delegados, formando un tándem directivo, desde que en abril de 1998 falleció su padre, Lluís Riu, anterior consejero delegado. Esta original fórmula de llevar la empresa, en realidad, reproduce el modelo de organización jerárquica que se aplica en toda la cadena Riu: dos directores llevan cada hotel, se reparten el trabajo pero que tienen un único objetivo: que el establecimiento funcione a la perfección en todos los ámbitos. Así, cada hotel cuenta con dos directores especializados: uno en producción y el otro en atención al cliente. Ambos trabajan conjuntamente "como en una partida de tenis de dobles: o ganan los dos o pierden los dos". Esta misma fórmula, ahora, se aplica en la cúpula.

Antes de ser consejeros delegados, Carme Riu se encargaba de la dirección financiera y Lluís tenía la responsabilidad de gran parte de la expansión del grupo, primero en Canarias y luego en el Caribe.

El mecanismo sucesorio ha funcionado a la perfección debido al buen clima de entendimiento que existe en la familia y, también, al sentido de anticipación y previsión del propio Lluís Riu Bertrán, que le llevó a dejar resuelta la sucesión varios años antes de morir, con un acuerdo global que incluso regula el traspaso de la empresa a los hijos de Carme y de Lluís cuando llegue el momento.

La familia, a diferencia de otras cadenas hoteleras, nunca se ha planteado salir a bolsa. "Ser una empresa familiar -decía Lluís Riu padre- es muy agradable, porque nos permite a mi mujer y a mis dos hijos tomar las decisiones en la mesa del comedor, a la hora del café. Si vamos a bolsa, el asunto se complicaría y las decisiones no serían tan rápidas". Esta gestión en familia de la empresa es lo que hizo que, de una manera natural, Carme y Lluís estuvieran perfectamente preparados para asumir la gestión cuando, desgraciadamente, se produjo la temprana muerte del padre.

i) Ausencia de mecanismos de resolución de conflictos

Una parte importante de la cultura familiar incluye las formas de vivir las relaciones entre sus miembros y uno de los puntos donde hay que hacer hincapié es en el desarrollo de la definición de una metodología que permita enfrentar y resolver los conflictos que inevitablemente formarán parte de la vida de la empresa familiar. Evitar o ignorar los conflictos no son alternativas que aporten soluciones a largo plazo, en cambio aprovechar las oportunidades que ofrece el confrontar opiniones puede aportar riqueza de contenido, ideas y estrategias a la familia empresaria.

j) Agravios y resentimientos


En ocasiones los miembros de la familia deciden dejar la empresa debido a las discusiones que sistemáticamente han estado sosteniendo durante mucho tiempo, lo cual se agrava cuando la situación se enquista y los miembros de la familia se van sin demostrar ningún respeto por la dignidad de los demás y la perdurabilidad del negocio.


Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco, España, 2008.

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