viernes, diciembre 12, 2008

El gran objetivo de la Empresa Familiar: La Continuidad

El objetivo final de la gran mayoría de familias empresarias se resume en la continuidad de la empresa familiar en manos de la familia fundadora, con una empresa sana y una familia unida.

Esta concepción implica entender la empresa familiar no tanto como una herencia de los padres o un legado familiar sino como un préstamo de las generaciones futuras que hay que devolver con intereses. Así, en el proceso de transmisión de la empresa familiar a la siguiente generación están incluidos no sólo los privilegios y disfrutar de los frutos económicos de la empresa, sino también el deber de conservarla, hacer que crezca y traspasarla sana y en una posición mejor de lo que estaba cuando se recibió.

Datos estadísticos en el País Vasco

Según un estudio presentado por la Cámara de Comercio de Bilbao, con relación al mantenimiento futuro del carácter familiar de las empresas vizcaínas:

- El 65,4% de las empresas no cree necesario introducir cambios en la estructura societaria para garantizar la continuidad de la misma.
- El 7,8% prevé ampliar la participación de los actuales socios familiares.
- En el 60% de las empresas consultadas, está previsto que algún miembro de la familia ocupe la dirección general en el futuro.

En Gipuzkoa, de acuerdo con el estudio presentado por la Cámara de Comercio:

- Un 47,9% afirma que tiene resuelta la sucesión, ya ha identificado a un sucesor o un posible sucesor.
- Un 28,2% admite que es un tema pendiente de resolver.
- Un 16,9% admite que la sucesión no está resuelta (no hay descendientes o, si los hay, no desean ser sucesores).
- Un 6,9% no supo o no quiso contestar la pregunta.

Un ejemplo a nivel mundial: Heineken

La muerte de su padre, Freddie Heineken, ha convertido a Charlene de Carvalho en la única heredera del imperio familiar Heineken, una de las mayores cerveceras del mundo. Ella tiene las ideas claras: quiere mantener la empresa unida hasta que uno de sus hijos pueda asumir la dirección.

De la noche a la mañana, Charlene de Carvalho Heineken aparece entre las mujeres más ricas del mundo. Son muchos los que nunca han oído hablar de esta mujer, casada con un banquero de inversión y con cinco hijos.

Y es que, a diferencia de su padre, Freddie, un personaje extravagante, Charlene se estableció en Londres y siempre vivió alejada de la prensa. El secuestro de su padre durante varias semanas en 1983, seguido de un intento de secuestro de ella, la convirtió en una persona celosa de su intimidad.

Ahora, tras la muerte de su padre, Charlene y su marido Michel de Carvalho se han visto catapultados a la esfera pública. Charlene hasta ahora ocupaba un lugar en el consejo mientras que su esposo, ex actor y esquiador olímpico, es miembro del consejo supervisor. Ha sido precisamente ella quien se ha apresurado a aclarar su futuro y el de la empresa durante un encuentro con los accionistas: "Como familia, somos parte del pasado, presente y futuro de Heineken". En otras palabras, no tiene ninguna intención de vender su participación.

"Es una mujer muy inteligente, pero no tiene la ambición de pasar a controlar el negocio familiar", declaró recientemente Barbara Smit, escritora que preparó la biografía de su padre. "Ha decidido que lo que quiere es criar a sus hijos. Siempre estuvo muy cerca de su padre, y una vez me dijo que mantendría unido el negocio hasta que uno de sus hijos fuera capaz de dirigirlo", afirma.

Y esto es precisamente lo que hará: mantener la unidad de la empresa hasta que su hijo mayor se haga cargo de la dirección. Su herencia le otorga una participación de control en la cervecera Heineken, el negocio familiar que levantó su abuelo y que en la actualidad ocupa el cuarto lugar a nivel mundial.

Karel Vuursteen, ex consejero delegado de Heineken, también sabe las intenciones de Charlene. "Todo el mundo tiene muy claro que la familia mantendrá el control de la empresa". Algunos expertos sostienen que la reticencia de la familia a ceder su participación de control puede, en teoría, afectar a la capacidad de expansión de la empresa. Pero por el momento, todo indica que las cosas se mantendrán como hasta ahora, con una dirección profesional y los Heineken como principales accionistas.


Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco, España, 2008.

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