a) Primera etapa: Crecimiento.
En esta etapa se produce la máxima actividad emprendedora. La empresa tiene una dimensión y una estructura mínimas y un crecimiento muy rápido. En estos primeros momentos de la empresa, la familia está totalmente implicada en el éxito empresarial, tanto en relación al trabajo como a su situación económica, y el compromiso es total.
b) Segunda etapa: Maduración.
Tras los primeros 10 años, la empresa ha pasado ya los momentos más difíciles, se ha estabilizado y está en proceso de maduración. En esta etapa aparece una de las necesidades esenciales en la vida de la empresa: crear una estructura sólida y una organización eficaz para poder crecer y consolidarse en el mercado. En cuanto a la familia, esta etapa es la etapa adecuada para planificar la formación de los sucesores y transmitir los valores y la cultura de la empresa familiar.
Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa
Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas (Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco,
España, 2008.
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