El éxito del traspaso de la conducción de una empresa requerirá (más allá del papel de la familia, los factores del entorno o la planificación y preparación de los sucesores), entusiasmo, capacidad y responsabilidad, pero sobre todo un lazo de confianza y el compromiso de solucionar las cosas juntos.
Los sucesores deben ser optimistas por naturaleza y tener una fe sincera en la gente de la compañía. Lo ideal sería contar con una sucesión programada en cada Empresa Familiar, garantizando una digna salida del fundador y una oportuna entrada de los herederos.
Asimismo, es necesario considerar todos los aspectos que giran en torno al sistema familia-empresa-propiedad a lo largo del proceso, para lo cual la aportación de un profesional externo especializado puede ser una ayuda muy útil en los diferentes aspectos y variables que aparecerán a lo largo del diseño e implementación de este plan.
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