jueves, junio 23, 2005

Entrevista exclusiva a Guido Corbetta (III)

G.S.: En los negocios: ¿debemos estar siempre unidos como una sola familia?

G.C.: Depende del concepto de unidad. Existen familias donde algunas cosas se entienden como pequeños factores que propician la desunión, por ejemplo, si algún hijo se traslada a otro país o si algún otro decide emprender su vida profesional aparte del grupo, la familia pensará que se está atentando contra la unidad. Esto no es verdad: estar unidos no significa necesariamente estar juntos. Estar unidos implica tener valores de fondo sobre los cuales todos se reconozcan, deben haber unas tradiciones comunes. Se puede entender una familia unida aunque se persigan diversas estrategias: puede que algunos sean accionistas y otros no, o que algunos se queden dentro de la gestión mientras otros se dediquen a otras actividades que no necesariamente se desarrollen en la compañía. Una unidad necesariamente opresiva corre el riesgo de fomentar rebeliones. Se debe tener la capacidad y la inteligencia de concebir la unión sobre los principios fundamentales, manteniendo la flexibilidad que permita a los miembros gozar del correcto uso de su propia libertad.

G.S.: ¿Qué lo primero que necesita el Emprendedor de hoy?

G.C.: Creo que una de las cosas más importantes que debe tener el emprendedor de hoy es ser consciente de su propia necesidad de estar cerca de otros emprendedores, especialmente si estos son más experimentados, de manera que le puedan servir de tutores en sus vivencias. Solo viendo a otros se aprende, solo así se convence que es posible hacer cosas diferentes y que es posible equivocarse y seguir adelante.

Pienso que esa es una gran necesidad que tenemos hoy en día. Debemos propiciar el encuentro de ese emprendedor con las siguientes generaciones, para que transmita su experiencia a los jóvenes que están pensando en convertirse en emprendedores: que les cuenten cómo lograron construir con entusiasmo nuestros países en los años sesenta o setenta.

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