martes, junio 28, 2005

Breve resumen de lo expuesto aquí en los últimos tres meses

Tal como se indicó en la introducción de este curso, el principal problema con las empresas familiares es que trasladan la informalidad del trato familiar a la formalidad de una organización profesional. Con el tiempo, el crecimiento del sistema familia-empresa-propiedad exigirá un tratamiento más profesionalizado, donde será necesaria la correcta aplicación de las reglas a un juego tan complicado. Toda empresa que desee preservar su carácter familiar, debe tener la capacidad de profesionalizarse (esto incluye atraer y retener a directivos no familiares), y planificar la sucesión de su dirección (incluyendo el saber ceder la batuta en su momento y garantizar la competencia del sucesor).

La buena práctica de las políticas de gestión de una Empresa Familiar garantizan en buena medida la unidad familiar, una empresa sana, la continuidad de la dirección y la preservación del patrimonio. Sin embargo, un enfoque sistémico de las relaciones familiares siempre proporcionará una alternativa práctica a través de la ayuda de un consultor especializado en empresas familiares, un experto que conoce y comprende las dinámicas propias de este tipo de organizaciones y que puede brindar a la familia empresaria las opciones para producir el cambio que su situación necesita.

Este tipo de prácticas exige la participación de todos los involucrados en el tema de la sucesión en Empresa Familiar. Y debe entenderse siempre como un proceso, no como un evento puntual. Una sucesión planificada puede llevar años, dedicando gran parte del trabajo al mutuo conocimiento de los individuos con respecto a sí mismos y al sueño compartido y las relaciones de familia, empresa y propiedad. Un protocolo familiar, como producto final, es siempre una buena excusa (y no la única) para iniciar este proceso, pues nunca debe entenderse la redacción de las reglas del juego como la solución de fondo a los problemas de la familia. Lo realmente importante es la vivencia del grupo del proceso de exploración del sueño compartido.

Una Empresa Familiar ideal sería aquella que le garantiza a cada uno de sus miembros el escenario óptimo para su desarrollo integral, tanto en el aspecto económico como en el ético y afectivo.

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