De acuerdo a diversas fuentes, los autores y consultores especializados utilizan varios instrumentos de asesoría, apoyo y organización dentro de las Empresas Familiares, a través de la creación de Consejos de Administración, Consejo Familiar o Consejo de Asesores que cuente entre sus miembros con personas independientes, entre quienes pueden estar “un especialista en educación, un abogado, un experto en finanzas y un psicólogo” similar a la estrategia de consultoría de normas de tipo ISO; pudiéndose lograr una implementación de estrategias que ayuden a la familia a explorar, definir e integrar los objetivos familiares con los objetivos de la empresa, cubriendo muchos de los aspectos que caracterizan a la Empresa Familiar.
Una vez que el Consejo estudia la “Configuración Institucional de la Empresa”, se toman acciones y se crean mecanismos que servirán de soluciones a los problemas que se descubran. Uno de estos mecanismos, y de los más citados es la Carta Magna Familiar, Protocolo Familiar o Constitución Familiar, la cual consiste en un “documento escrito que establece las pautas fundamentales que han de regir las cuestiones más críticas y las políticas más importantes para el conjunto Familia-Empresa”. “... un protocolo familiar que debe definir la forma de gobierno; las técnicas de antidispersión de la propiedad de las acciones y participaciones sociales; la gestión; administración y representación; las técnicas de defensa y el consejo familiar”. De la experiencia que el consultor especializado en Empresas Familiares en Brasil, se afirma que “es indispensable para el éxito de la empresa familiar el establecimiento de un ‘Acuerdo de Familia’”.
... el Protocolo pone las reglas de juego para gobernar el negocio en forma eficiente... trata de buscar la forma de maximizar el valor de la empresa a través del tiempo, enfoca el proceso de sucesión en todos sus aspectos y busca el órgano de dirección que pueda dictar políticas y estrategias a mediano y largo plazo... es tan importante el tema que estoy seguro va a dar para varios artículos y conferencias en el futuro.
Estas “reglas de juego” son las políticas generales en las que se debe basar este documento. Una vez que estas se definan se podrá comenzar el proceso de la redacción de la Carta Magna. “Las políticas siempre existen, estén escritas o no”. O, como enuncian “las políticas toman formas de poderosas sentencias como ‘Esa es la forma en que Papá lo quería’. ‘Esa es la forma en que siempre se ha hecho aquí’. ‘Así es cómo nuestra familia lo hace’”.
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