¿Cuáles son los principales problemas que surgen en una sociedad familiar?
Según
un estudio realizado hace algunos años por ESADE, el 80% de los
problemas entre socios en empresas familiares son netamente
relacionares. El problema base es que, en la mayoría de las ocasiones,
ellos no han escogido el ser socios. Son socios porque han heredado
acciones de una compañía o un patrimonio familiar que les han dejado sus
padres, y no han sabido o no han querido deshacerse de sus
participaciones. Y en algunos casos de relaciones realmente
conflictivas, casi podríamos decir que sólo por el hecho de estar
emparentados como familia, los herederos están condenados a ser socios. Y
eso es un error. Una persona no puede ser obligada a formar parte de
una sociedad, sólo por el hecho de ser miembro de una familia.
Afortunadamente para nosotros y en comparación con épocas pasadas, hoy
en día estos conceptos están cambiando. Nuestra cultura le da mucho
valor a la libertad que tiene el individuo de decidir su propio destino
profesional. Y la libertad es el don más preciado que tiene cada ser.
¿Qué puntos hay que dejar claros desde el principio?
Primero
que nada se deben dejar claros cuáles son los roles y responsabilidades
de cada uno de los familiares accionistas, aparte de los deberes y
derechos adquiridos estipulados por la Ley para el disfrute de su
patrimonio. Al final del día, se trata de asumir un compromiso, tanto el
de un profesional responsable de las atribuciones de su cargo, como el
de un miembro más de un grupo con una visión, un sueño y objetivos
comunes.
¿Cómo se delimita la entrada de socios? (tanto de la familia como fuera de ella) ¿Qué cláusulas y derechos hay que especificar?
La
ampliación de participantes en una sociedad mercantil se puede hacer
por la vía de la herencia o por la vía de la venta de participaciones
accionarias. En ambos casos la transferencia de acciones puede hacerse a
familiares o a no familiares. En el primer caso, los procesos
sucesorales que mejor funcionan en el largo plazo son aquellos que
consideran desde un principio la voluntad de los herederos de hacerse o
no con sus responsabilidades como socios, procurando custodiar y
acrecentar el patrimonio para a su vez heredarlo a sus descendientes. En
el caso de la venta de acciones, se pueden establecer pactos de
transmisión de acciones entre los socios o sus herederos, bien en un
Acuerdo de Accionistas o en un Protocolo Familiar (depende de la
jurisdicción de la que estemos hablando).
¿Qué hay que especificar en la
salida de socios? ¿Cómo debe estar recogida? ¿Qué derechos,
obligaciones, cláusulas… hay que tener en cuenta?
Toda
transmisión de acciones debe estar apegado a las leyes y códigos
mercantiles de cada región. De nuevo, dependiendo de la jurisdicción en
la que nos encontremos, veremos especificidades que varían de una
comunidad a otra, o de un país a otro. Sin embargo, la verdadera clave
de una negociación exitosa está en que se haga una valoración de las
acciones de manera que sea percibida como "justa", tanto para el que
vende como para el que compra. Y lo mejor para estos casos es consensuar
un método de valoración de las acciones, así como quién será el
evaluador, y que sean aceptados por ambas partes, antes de determinar
dicho valor. Esta condición nos da una amplia garantía un proceso de
salida de socios con un mínimo de conflictos.
¿Qué aspectos legales y financieros hay que definir respecto a los socios?
Todos
los aspectos legales que definen una sociedad (tengan sus socios
parentescos o no), se recogen en sus estatutos fundacionales (así como
las sucesivas modificaciones a las que hubiera lugar), y en los pactos,
acuerdos o reglamentos de accionistas. En los casos de sociedades o
patrimonios familiares, es muy recomendable contar con un Protocolo
Familiar (que en algunas jurisdicciones pueden ser inscritas en el
Registro Mercantil), el cual funciona como un "pacto entre caballeros"
que recoge todos aquellos aspectos de la relación de los socios
familiares, que no han quedado reconocidos en el resto de los documentos
antes mencionados (valores, visión y misión de la familia propietaria,
deberes y derechos de la familia sobre el patrimonio, políticas de
ingreso de familiares en las compañías, sistemas de beneficios
económicos y los planes de sucesión, entre otros), y que son necesarios
para el buen desempeño y la proyección a futuro del patrimonio familiar.
Desde un punto de vista financiero, la
profesionalidad en la gestión del negocio y la transparencia en la
rendición de cuentas son los aspectos bases de una relación sana entre
socios familiares, quienes deben contar a su vez con un buen nivel de
conocimiento financiero, que les permita tomar sus decisiones con
suficiente propiedad como inversionistas. Saber leer un balance
financiero, o un estado de perdidas y ganancias, es lo mínimo que deben
conocer. El lenguaje de los números es la forma en que se comunican los
socios, sean o no parientes. Las profesionalidad en el manejo de números
genera cuentas claras, las cuentas claras generan transparencia, la
transparencia genera confianza. Y, si algo hemos aprendido a lo largo de
todos estos años trabajando con familias empresarias, es que la
confianza es el valor más importante en una sociedad que pretende
permanecer a lo largo de varias generaciones.
Realizada por Beatriz Elías Jiménez para el Diario Expansión de Madrid, mayo de 2012.
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