martes, julio 17, 2012

¿Y si el líder no quiere cambiar?


Pregunta: El mío, creo, es un caso típico dentro del mundo de la Empresa Familiar: mi padre no ha hecho otra cosa que trabajar y ahorrar y, ahora, al llegar a una edad avanzada, no quiere dejar el poder ni delegar... Sus cuatro hijos nos encontramos ahora luchando contra una manera de trabajar propia de hace treinta años. Por otro lado, mis tres hermanos y yo tenemos otras prioridades en la vida: hemos estudiado y trabajado duro, pero algunos quieren irse a trabajar fuera de la empresa de la familia y otros se quieren quedar cediendo al deseo de nuestro padre, que dice que “esto ha de ser todo para vosotros”.

Respuesta: ¿Han hablado del tema con él? ¿Está dispuesto a escuchar? Si no es así, ¿estaría dispuesto a escuchar a una tercera persona, a un externo? Invítenle a asistir a algún seminario o jornada sobre Empresa Familiar (si es posible sobre el delicado tema de la sucesión), que le podría ayudar a tomar conciencia de este momento tan decisivo.

Es muy probable que su padre sufra por la clásica falta de comunicación. Sería muy acertado que los hermanos hablaran con espíritu constructivo y que alcanzaran un consenso. Pero lo más importante en estos casos es no dejar que las emociones controlen el proceso, porque entonces todos los esfuerzos podrían resultar inútiles.

Es un hecho que lo más difícil para un hombre como su padre es cambiar radicalmente a estas alturas. Se debe partir de este punto porque si desean conseguir mejoras y cambios han de reconocer cada uno de los pequeños esfuerzos que su padre haga en la dirección que ustedes propongan. Llegado a cierta edad, su padre y líder de la Empresa Familiar debe entender que la necesidad de cambio no es un capricho de los hijos y que el relevo, además, es un hecho ineludible. Es por ello que el mejor consejo que les puedo dar es que insistan, insistan e insistan pero siempre con tacto, afecto, imaginación y reconociendo el mérito de los esfuerzos de su padre. Tarde o temprano, si existe la intención de algunos de sus hijos de continuar con su obra, acabará entendiendo que lo mejor que puede hacer es colaborar en ello.

Originalmente publicado en la sección "Caso Práctico", pág. 3 del Nº 29 de la revista Actualidad de la Empresa Familiar. Asesoría y Consultoría de la Empresa Familiar (ACEF), Barcelona, España, Julio - Septiembre de 2005.

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