Innovar es, ante todo, una apuesta de futuro. Y esto en una empresa familiar implica necesariamente pensar en la continuidad y en la sucesión del proyecto, dos conceptos que solemos confundir con frecuencia. La continuidad se refiere a todo lo que debe quedarse en su sitio durante una transición (la visión, los valores o la historia de la empresa), lo cual genera en la familia empresaria sentimientos de seguridad al avanzar sobre las bases un legado sólido. En cambio la sucesión trata de los cambios que requiere la organización para poder seguir adelante (las estrategias, el liderazgo o las personas), que se traduce en mensajes de esperanza sobre el futuro, pero también mucha ansiedad por lo que pueda ocurrir. Y en este escenario y en esta dinámica se sitúa la innovación en una empresa familiar.
Innovar es re-crear sobre lo existente, no se trata de un emprendimiento que parte de la nada. Cuando varias generaciones se involucran en una empresa familiar se genera una riqueza de ideas que se originan de la variedad de perspectivas individuales: los más jóvenes estimulan nuevas formas de hacer las cosas, los más veteranos ponen a prueba las propuestas antes de que sean ejecutadas. Las empresas que estimulan y re-inventan el emprendimiento, tienen más oportunidades de sobrevivir a los cambios continuos: mientras más miembros de la familia se impliquen, mayor será el compromiso con lo innovador. Incluso los fundadores que han basado su emprendimiento en la innovación constante necesitarán con el tiempo del impulso refrescante que añaden los nuevos actores que viven las dinámicas del mercado del momento.
Innovar es mucho más que adaptarse a las nuevas tecnologías y no es exclusivo de las grandes empresas ni de las multinacionales. El cambio se presenta como un verdadero desafío. No vale aquello de “eso ya lo probamos hace unos años”, “eso no se puedo hacer”, “eso saldrá muy caro”, o el típico “si los de la competencia no lo han hecho es por algo”. Siempre existirán barreras y resistencias cuando está en juego el patrimonio de la empresa y su adaptación a los nuevos tiempos. Sin embargo, existen muchas vías de innovación para las actuales empresas con al menos dos generaciones coexistiendo. Las soluciones para cada caso pueden basarse en una respuesta a los nuevos canales de venta como internet, a los nuevos mercados (geografías, segmentos, sectores, gustos), a las nuevas exigencias de consumo (respeto al medio ambiente, producciones ecológicas u orgánicas), o a las nuevas formas de organización (conciliación de familia y trabajo, responsabilidad social o seguridad industrial).
Este artículo es producto del
trabajo realizado dentro del equipo de Garrigues Consultoria de Empresa Familiar.
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