F.N: ¿Cree que una familia empresaria como familia tiene una mayor facilidad para aportar al individuo una riqueza mayor que una familia no empresaria? Lo que tienen que aportar los de la generación actual es el tiempo para organizar sus familias y para crear disciplina de responsabilidad y de sentido de vida.
E.P: Yo como académico y cómo empresario creo que sí que es una aportación importante. Y hay distintas aportaciones que las distintas familias pueden hacer para la siguiente generación. Creo que es una aportación única gracias a la combinación de recursos y conocimientos.
Lo que puede transferir una familia empresaria es precisamente la apreciación de todas las formas en que el ser humano puede realizarse, contribuir, añadir valor y crear riqueza no solo para si mismo sino también para la sociedad. Cuando uno tiene una empresa más atada a conceptos de familia y comunidad es más fácil reconocer que la responsabilidad social tiene una influencia muy importante. La empresa familiar es una forma de vivir y por esto representa mucho más características de la vida y del mundo.
F.N: ¿Qué consejo les podemos dar a los miembros de la generación saliente para que apuesten por el espíritu emprendedor y por los jóvenes y que los inviten a incorporarse en el proyecto de la empresa?
E.P: Lo que tienen que aportar los de la generación actual es el tiempo para organizar sus familias y para crear disciplina de responsabilidad y de sentido de vida. Lo esencial es la formación que ayudará a orientar a los hijos en estos tiempos de consumismo y de satisfacción inmediata. Partiendo de esto el resto de la motivación es darle al hijo la responsabilidad. La mejor preparación para la siguiente generación no es un programa de MBA, sino darles una responsabilidad dentro de la empresa familiar de crear ganancias o pérdidas. De esta manera estará conciente de que su actuación genera consecuencias positivas o negativas y esa es la mejor preparación para la presidencia y el liderazgo de la empresa familiar. Mucho más que ser el mejor abogado. Porque así se aprende de lo que es la integración del mundo empresario. Si un joven tiene la experiencia de responder por las consecuencias económicas hechas por él, sin echarle la culpa a mamá o papá, esto es una preparación fabulosa.
F.N: ¿Cómo motivar a los que no están en la gestión pero tienen acciones para que sean propietarios responsables?
E.P: Es la razón por la cual existe un consejo de familia. No me refiero solamente al Consejo de Familia constituido por un protocolo familiar y reuniones familiares una o dos veces al año, sino como un organismo que vive, respira y comunica con varios medios lo que significa hacer la labor de un accionista responsable y ayuda a los miembros familiares a que se involucren. También, un consejo de familia tiene que ser capaz de motivar a sus miembros cuando, en lugar de repartir los dividendos, se les pedirá la reinversión y la lealtad. Eso se hace a través de los años y con un Consejo de Familia creativo, uno que se hace responsable de agilizar la comunicación.
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