El avance de los conceptos modernos de la Empresa Familiar y su aplicación práctica en labores de consultoría en la región latinoamericana es, como en el resto de los países del mundo, relativamente reciente. Sólo que en este caso, el impulso de las instituciones y el soporte adecuado al empresario ha tardado un poco más en madurar, ya que el manejo del conocimiento ha venido de países con más tradición en la investigación académica de organizaciones empresariales: los Estados Unidos, el Reino Unido y la Europa Continental.
La difusión de este conocimiento ha llegado con cierto retraso a nuestros países (Chile, Argentina y México entre los primeros, Venezuela entre los rezagados), sin dejar por ello de causar siempre el mismo efecto entre los empresarios. Lo que resulta paradójico en esta historia es que uno de los primeros laboratorios del desarrollo de los modelos básicos de las empresas de carácter familiar es justamente venezolano: viene del trabajo llevado a cabo por Richard Beckhard en la década de los años setenta con Iván Lansberg, quien con el tiempo se ha convertido en una de las autoridades en el tema más respetadas del mundo.
Gracias al trabajo de algunos pioneros que con paciencia y mucho entusiasmo tuvieron la inquietud de hacer investigación e invitar a especialistas extranjeros, se ha conformado un grupo actualmente en expansión de buenos profesionales que apoyan a la Empresa Familiar en Latinoamérica.
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