viernes, marzo 04, 2011

"Kiki"

Con el paso del tiempo, y en la medida en que la familia empresaria se va haciendo más compleja, es inevitable que surjan conflictos en el seno de la familia. De hecho, los conflictos son necesarios para poder romper con la inercia y adaptarse a nuevas circunstancias que surgen a raíz de cambios en el entorno, o como consecuencia de la evolución natural de la familia o la empresa. Por lo tanto, debemos entender que el conflicto o las crisis en las familias empresarias no son necesariamente negativas: dependiendo de múltiples factores, estas situaciones pueden ser saludables, funcionales o disfuncionales.

Un enfoque aleccionador al respecto, lo vemos reflejado en el kanji (uno de los sistemas de escritura que han adoptado), de la palabra “crisis” (Kiki, en japonés):


Este concepto está formada por los caracteres “peligro” y “oportunidad”: Este es el entendimiento que tiene la cultura japonesa para las circunstancias adversas, lo cual les ha ayudado a superar las múltiples pruebas a la que ha sido sometido su pueblo a lo largo de su historia.

Cuanto más hay en juego o cuanto más serio sea el conflicto, mejor será afrontarlo. Lo que definitivamente no funciona es eludirlo o negarlo. Es por ello que para poder resolverlo es aconsejable un sano nivel de comunicación entre los miembros de la familia.

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