Hace un par de semanas, en una conferencia que ofrecíamos sobre empresas familiares uno de los asistentes hizo la siguiente pregunta: “Dicen que lo que ha permitido a los Rolling Stones perdurar en el tiempo (a diferencia de los Beatles), es la presencia de un psicólogo que ayuda a los miembros del grupo. ¿Se podría decir lo mismo de los consultores en las empresas familiares?”.
Lo interesante de la pregunta (a parte de lo original y divertido que resulta contestarla en público), era que reflejaba una de las típicas concepciones erróneas que tenemos sobre el papel del consultor: el de "el salvador" que viene a arreglar las cosas en las empresas familiares. El problema es que estas expectativas distorsionan la ayuda real que puede llegar a aportar el consultor, ya que es siempre la familia la responsable final del proceso que quiere aplicar en su empresa. Y una consecuencia palpable de lo poco que conocemos sobre la función que tiene un profesional de la consultoría es la escasa literatura disponible que describe el rol, objetivos y responsabilidades del consultor en el sistema de la empresa familiar. Los pocos libros que se han editado en castellano y que hacen referencia al tema, apenas son compensados con algunas traducciones que se han hecho de algunos artículos especializados. Desde un punto de vista bibliográfico la disciplina necesita un incremento en la cantidad y calidad de la información que reseñe la tarea que en cada caso tiene por delante el consultor de empresa familiar.
Volviendo a la pregunta: efectivamente, los “Stones” han perdurado (no sabemos si el secreto ha sido el psicólogo del grupo, aunque mucho podría haber ayudado conociendo el genio de Mick Jagger), y los Beatles con el tiempo fueron perdiendo la noción de equipo para poco a poco ir desarrollando sus carreras individuales (basta con hacer un recorrido por las fotos de las carátulas de sus LPs, desde lo uniforme de sus vestimentas y corte de pelo en Please Please Me hasta la total repartición de individualidades en Let it be), dejándonos como lección primera que la garantía de la continuidad está enfocada en la noción de grupo y la fuerza de la unión, que no tanto en la idea de una ayuda externa que trate de reorientar intereses particulares.
Si usted es miembro de una familia empresaria y ha pensado en dirigirse a un consultor para que le ayude ante la demanda de “I can’t get no satisfaction”, tenga en cuenta que un buena respuesta que podría esperar en su caso sea: “All you need is love”.
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