Enfrentarnos al cambio puede definirse como enfrentarnos a una bifurcación en el camino que nos obliga a tomar una u otra opción, sabiendo en el fondo que ninguna de las dos representa la decisión más conveniente para nuestros intereses y que además nos deja con el sabor de la duda de qué habría pasado si hubiésemos escogido el otro camino. Es decir que la toma de decisiones nos puede dejar, entre otros obsequios, sentimientos de angustia o frustración que nos acompañarán a lo largo de una situación conflictiva. Si a esto le agregamos personas, temas y escenarios de nuestra empresa familiar, tendremos la mesa servida para encontrarnos ante importantes hitos en las relaciones con nuestros seres queridos.
En numerosas ocasiones ejerciendo como consultor de empresas familiares, he sido testigo de cómo los empresarios y sus familias se enfrentan a verdaderos “cruces de caminos” cuando tratan de darle forma a algunos de los aspectos claves en sus organizaciones. Con el tiempo hemos aprendido que, como máximos responsables de sus empresas familiares, plantear y proponer las alternativas que se presentan es un arte que necesariamente deben aprender a dominar, tal como lo han hecho las miles de empresas en el mundo que han logrado superar los obstáculos en sus propios procesos de crecimiento.
Normalmente en cualquier compañía en la que se origina un cambio importante se desencadenan situaciones que empujan a sus protagonistas hacia las decisiones que intentan garantizar el éxito del nuevo rumbo. Por lo general esto se logra afrontando el contexto del cambio con una estrategia de la organización que basa sus conceptos en una palabra: renovación.
En una empresa familiar estas mismas circunstancias nos vienen condicionadas por aspectos emocionales que van más allá del simple cambio. La familia implicada en estos procesos influye (casi siempre de forma sutil, otras veces no tanto) en la adecuada manera del decidir como empresarios, tirando de los hilos para hacer que todo se ajuste a una disposición poco racional.
Este artículo es producto del
trabajo realizado dentro del equipo de Garrigues Consultoria de Empresa Familiar.
Todo sobre el estudio de las Familias Empresarias y la Continuidad del Patrimonio y el Legado Familiar. Contacto: E-Mail: guillermo.salazar@exaudionline.com Twitter: @GuillermoFamBiz
viernes, agosto 28, 2009
lunes, agosto 24, 2009
Los Beatles, los "Rollings" y los Consultores de Empresas Familiares
Hace un par de años, durante una conferencia que ofrecía sobre empresas familiares, uno de los asistentes hizo la siguiente pregunta: “Dicen que lo que ha permitido a los Rolling Stones perdurar en el tiempo (a diferencia de los Beatles), es la presencia de un psicólogo que ayuda a los miembros del grupo. ¿Se podría decir lo mismo de los consultores en las empresas familiares?”.
Lo interesante de la pregunta (a parte de lo original y divertido que resulta contestarla en público), era que reflejaba una de las típicas concepciones erróneas que tenemos sobre el papel del consultor: el de "el salvador" que viene a arreglar las cosas en las empresas familiares. El problema es que estas expectativas distorsionan la ayuda real que puede llegar a aportar el consultor, ya que es siempre la familia la responsable final del proceso que quiere aplicar en su empresa. Y una consecuencia palpable de lo poco que conocemos sobre la función que tiene un profesional de la consultoría es la escasa literatura disponible que describe el rol, objetivos y responsabilidades del consultor en el sistema de la empresa familiar. Los pocos libros que se han editado en castellano y que hacen referencia al tema, apenas son compensados con algunas traducciones que se han hecho de algunos artículos especializados. Desde un punto de vista bibliográfico la disciplina necesita un incremento en la cantidad y calidad de la información que reseñe la tarea que en cada caso tiene por delante el consultor de empresa familiar.
Volviendo a la pregunta: efectivamente, los “Rollings” han perdurado (no sabemos si el secreto ha sido el psicólogo del grupo, aunque mucho podría haber ayudado conociendo el genio de Mick Jagger), y los Beatles con el tiempo fueron perdiendo la noción de equipo para poco a poco ir desarrollando sus carreras individuales (basta con hacer un recorrido por las fotos de las carátulas de sus LPs, desde lo uniforme de sus vestimentas y corte de pelo en Please Please Me hasta la total repartición de individualidades en Let it be), dejándonos como lección primera que la garantía de la continuidad está enfocada en la noción de grupo y la fuerza de la unión, que no tanto en la idea de una ayuda externa que trate de reorientar intereses particulares.
Si usted es miembro de una familia empresaria y ha pensado en dirigirse a un consultor para que le ayude ante la demanda de “I can’t get no satisfaction”, tenga en cuenta que un buena respuesta que podría esperar en su caso sea: “All you need is love”.
Lo interesante de la pregunta (a parte de lo original y divertido que resulta contestarla en público), era que reflejaba una de las típicas concepciones erróneas que tenemos sobre el papel del consultor: el de "el salvador" que viene a arreglar las cosas en las empresas familiares. El problema es que estas expectativas distorsionan la ayuda real que puede llegar a aportar el consultor, ya que es siempre la familia la responsable final del proceso que quiere aplicar en su empresa. Y una consecuencia palpable de lo poco que conocemos sobre la función que tiene un profesional de la consultoría es la escasa literatura disponible que describe el rol, objetivos y responsabilidades del consultor en el sistema de la empresa familiar. Los pocos libros que se han editado en castellano y que hacen referencia al tema, apenas son compensados con algunas traducciones que se han hecho de algunos artículos especializados. Desde un punto de vista bibliográfico la disciplina necesita un incremento en la cantidad y calidad de la información que reseñe la tarea que en cada caso tiene por delante el consultor de empresa familiar.
Volviendo a la pregunta: efectivamente, los “Rollings” han perdurado (no sabemos si el secreto ha sido el psicólogo del grupo, aunque mucho podría haber ayudado conociendo el genio de Mick Jagger), y los Beatles con el tiempo fueron perdiendo la noción de equipo para poco a poco ir desarrollando sus carreras individuales (basta con hacer un recorrido por las fotos de las carátulas de sus LPs, desde lo uniforme de sus vestimentas y corte de pelo en Please Please Me hasta la total repartición de individualidades en Let it be), dejándonos como lección primera que la garantía de la continuidad está enfocada en la noción de grupo y la fuerza de la unión, que no tanto en la idea de una ayuda externa que trate de reorientar intereses particulares.
Si usted es miembro de una familia empresaria y ha pensado en dirigirse a un consultor para que le ayude ante la demanda de “I can’t get no satisfaction”, tenga en cuenta que un buena respuesta que podría esperar en su caso sea: “All you need is love”.
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