La exploración de la empresa familiar ha dado con algunas claves para armonizar la confrontación de las necesidades de la familia y el negocio, así como métodos especializados para mantener el funcionamiento del sistema con una familia unida, una empresa sana, la preservación del patrimonio y la continuidad generacional. Durante todo este tiempo las instituciones y los profesionales especializados han aprendido a proponer planes a largo plazo que pueden guiar y apoyar las intenciones de futuro que el grupo familiar no ha podido consensuar de una forma ordenada y concreta, en especial ante el reto principal al que se enfrentan las empresas familiares: la sucesión. Los datos que oficialmente se manejan sobre el cambio generacional indican que el promedio de vida de este tipo de organizaciones equivale al periodo de liderazgo del fundador (cercano a los 24 años). Y es que la sucesión no debe entenderse como un evento aislado en la vida de cada empresa familiar, es un proceso que debe ser previsto y planificado, siempre y cuando la intención de la familia sea que la dirección y propiedad de la empresa siga estando en manos del grupo. En una palabra, no se puede concebir una empresa familiar sana si esta no piensa y planifica su propio relevo generacional.
Uno de los problemas más importantes de este tipo de compañías es que suelen desconocer la gran influencia de las relaciones familiares en la dirección de la empresa y acostumbran a trasladar la informalidad del trato familiar a la formalidad de una organización profesional. Con el tiempo, el crecimiento del sistema familia-empresa-propiedad exigirá un tratamiento más profesionalizado, donde será necesaria la correcta aplicación de buenas prácticas para la positiva y constructiva relación entre familia y empresa. Si el negocio comienza a remontar una cuesta de crecimiento, el responsable de su dirección tendrá que enfrentarse a una nueva manera de llevar la compañía, más acorde con su realidad como familia empresaria. Pero el día a día de cualquier emprendedor está centrado en resolver las situaciones más inmediatas que se le van presentando: pagos de obligaciones, plazos de entrega, captación y fidelización de clientes, trato con proveedores... generalmente queda poco tiempo para crear un plan de crecimiento adecuado.
Originalmente publicado en el libro “Manual de la Empresa
Familiar”, publicado por el Foro de la Empresa Familiar de las Cámaras Vascas
(Eusko Ganberen Familia Enpresaren Erakundea), País Vasco, España, 2008.